La
cabalgata no es sólo un paseo, es un camino hacia el encuentro con uno mismo,
donde el caballo no es sólo un medio de transporte sino un compañero de viaje.
En
este artículo, quiero ofrecerles algunas reflexiones para que se animen a
realizarlas teniendo en cuenta que la experiencia empieza desde que decidimos
hacerlas y hay un antes que es tan importante como el durante y el después.
El sonido de los cascos golpeando la tierra
acompaña la caricia del viento sobre la cara. El sol dibuja sombras alargadas
sobre el sendero mientras el caballo avanza con paso firme. Sobre su lomo, la
sensación de libertad se mezcla con la emoción del viaje, un latido compartido
entre jinete y caballo.
Montar no es solo un paseo, es una conexión
con la naturaleza, con la historia y con uno mismo. Pero para que esta
experiencia sea inolvidable, hay algunas cosas que debés saber antes de
emprender el camino.
Cómo Elegir la Cabalgata Adecuada para Vos
Antes de decidir qué cabalgata vas a hacer, es importante que tengas en cuenta tus capacidades y experiencias como jinete. La cabalgata no es el momento para aprender a montar, sino para aplicar lo que ya sabés hacer. Si nunca montaste o solo diste paseos guiados, buscá recorridos cortos y sencillos. Si ya tenés experiencia, podés optar por rutas más exigentes.
Pero también es importante que reflexiones sobre lo que realmente estás buscando al hacer una cabalgata. ¿Es la paz de estar en la naturaleza o la adrenalina de recorrer senderos más complicados? La cabalgata es una experiencia única porque no solo te lleva a nuevos paisajes, también te invita a un encuentro personal con el animal y con vos mismo. Por eso, es clave conocer tus propios límites y deseos antes de elegir.
Cuanto más sincero seas con vos mismo,
mejor vas a disfrutar la experiencia.
Si sos principiante, es mejor elegir rutas
cortas y sencillas. Si tenés más experiencia, podés aventurarte en recorridos
más largos y desafiantes.
¿Cómo Prepararte para la Cabalgata?
En lugar de enfocarte en muchas horas de
entrenamiento sobre el caballo, es más importante dedicarte a mejorar el
equilibrio y, sobre todo, la relajación al montar. La cabalgata se trata de
acompañar al caballo en su movimiento. Si estás tenso o rígido, no vas a poder
sentir ese movimiento de manera natural. Por eso, es clave que te relajes sobre
el caballo, permitiéndote sentir en tu asiento cómo se mueve el animal. Esto te
permitirá disfrutar del paseo de una manera más fluida y armónica.
La cabalgata no es el momento de aprender a cabalgar, sino de disfrutar de lo que se sabe sobre acompañar al caballo en su marcha.
Algunos ejercicios físicos sin caballo
ayudaran a que puedas estar mejor preparado para montar durante tiempos largos
sin perder la relajación muscular y el equilibrio necesarios.
Fortalecer el core y los aductores, ayudan
a poder mantener una postura relajada cuando el tiempo de cabalgar se alarga.
Cualquier preparador físico o la ayuda de internet te permitirá encontrar los
ejercicios que mejor se adapten a tu realidad.
Las cabalgatas largas nos permiten sumergirnos profundamente en el paisaje, en el vínculo con el caballo y, lo más importante, en la meditación, el descanso y el diálogo con nosotros mismos.
Reflexión Final
Realizar una cabalgata turística no solo es
adentrarse en terrenos y paisajes que no se pueden disfrutar de otro modo más
que sobre el caballo. Es también una experiencia en sí misma: la de cabalgar,
de estar en contacto con el animal y con la naturaleza mientras experimentas la
sensación de libertad que solo el caballo puede ofrecer.
El paisaje, aunque impresionante, no es el
único entorno que vas a explorar. El verdadero viaje está dentro tuyo, en el
momento en que te permitís fluir con el caballo, cuando te relajas y te
entregás a la sensación de movimiento, de conexión. Cada paso del caballo es
una invitación a estar presente, a conectar con tu cuerpo y tu entorno de una
manera que solo puede vivirse a través de la cabalgata.
La próxima
vez que montes a caballo, recuerda que no solo estás explorando un paisaje,
sino también tu propia esencia.
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2 comentarios:
Hermoso articulo e increíble experiencia Edgardo. Coincido plenamente...fue una experiencia mágica el disfrutar el estar montada con patas blancas y estar confiada en qur funcionaban juntos. Esa mística que solo un jinete y caballo conocen. Gracias por haberme invitado a ser parte de este viaje.
Gracias a vos por participar y ponerle toda la onda que le pusiste para que todos disfrutemos.
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