domingo, 9 de diciembre de 2018

CURSO de ETOLOGIA SENSITIVA

con Raquel Villares


Siempre me pareció que atender la propia capacitación es la mejor manera de poder capacitar a los demás; por eso además de las muchas lecturas que los seguidores del blog saben que hago trato de participar de distintas capacitaciones sobre los caballos.



El fin de semana del 1 de diciembre asistí al curso que dio Raquel Villares en la Finca La Pasionaria de Escobar, como parte de su gira sudamericana. En realidad fue el último curso de la misma, dos días después viajó de nuevo a España donde en este momento está impartiendo una capacitación del mismo tipo en Madrid.
Raquel explicando su método junto con el caballo, creo que este es su estado natural.

Raquel es española, amante de los caballos desde pequeña, aunque de origen urbano, su padre se inició como criador de caballos de raza española y allí empezó este romance que no parece tener fin.
Ella misma nos relata que: A los catorce años de edad entró como alumna en la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, formación que le ofreció una técnica muy precisa para la equitación. A partir de ese momento, comenzó a formarse en doma clásica con distintos profesores y a introducirse en el ámbito de la competición. Asimismo, pasó largos veranos aprendiendo con vaqueros sevillanos.

Raquel se diplomó como técnica agropecuaria; según su propia confesión, por mandato familiar algo había que estudiar, entonces que fuera algo relacionado con la naturaleza. Hoy en día ella agradece esa formación básica que, aunque nunca ejerció; le permitió organizar su pensamiento en un modo académico. Posteriormente hizo un postgrado en Etología en la Universidad de Córdoba (España).
Se declara, enfáticamente, discípula de Lucy Rees, y colabora con ella en muchos de sus estudios de Etología; la acompañó en sus observaciones de caballos salvajes en Venezuela y en el norte de España.

      Qué es la “Etología Sensitiva”

Etología Sensitiva es el nombre que usa Raquel para identificar su método de trabajo, según sus propias palabras: “La Etología Sensitiva es una manera de tratar a los caballos, basada en el entendimiento de su comportamiento y en el conocimiento del lenguaje corporal como medio  para comunicarnos con ellos. Es un encuentro entre caballo y persona de alma a alma, a través de nuestro cuerpo como vehículo de expresión.”
“Las ventajas de esta manera de tratar a los caballos son diversas:  una mayor comprensión de lo que sucede a los caballos cuando estamos con ellos, una disminución del riesgo de accidentes, una  mejora en el bienestar físico, mental y emocional del jinete/ amazona y de su caballo y una práctica de la equitación acorde a los tiempos de hoy.”

Desarrollo del curso

El curso comenzó el viernes a la tarde (16 hs) y terminó el domingo. Fueron dos jornadas y media muy intensas.
El primer día fue de charla en el salón donde Raquel después de presentarse, nos aportó una visión resumida de las principales características de la vida de los caballos en la naturaleza.
El primer día se revisaron importantes conocimientos de etología sobre el comportamiento y la estructura social de los caballos.
Esta presentación estuvo basada en las observaciones de caballos salvajes que ella hizo con Lucy Rees en Venezuela y España. Para aquellos que tuvimos la suerte de participar en cursos dictados por Lucy o hemos leído sus libros, el aporte no fue novedoso, aunque reafirma muchos conceptos importantes que tienen influencia preponderante en el modo de tratar a los caballos.
Después de repasar las principales características de la vida de los caballos en libertad y su estructura social se adentró en las características del comportamiento de los caballos domésticos, explicando las similitudes y diferencias. Asi como las características del trato que se contraponen con las necesidades de los caballos según lo que enseña su vida en la naturaleza.
El sábado se inició con una pequeña práctica de observación del comportamiento de los caballos en un potrero. Tuvo la importancia para los que no somos etólogos de vivenciar o al menos imaginar la experiencia del observador del comportamiento de los animales en libertad.
Después de eso hicimos una práctica de expresión corporal, y allí viene otra de las fortalezas de Raquel.
Del tiempo de práctica que tuvo el curso cerca de la mitad estuvo dedicado a ejercicios de expresión corporal, individual y grupal.
“La práctica del yoga, el tai chi y la danza le han ayudado mucho en su conciencia y expresión corporal para comunicarse con los caballos.”
La conciencia del propio cuerpo y de su movimiento nos permite ganar la sensibilidad necesaria para establecer contacto con los caballos a través del lenguaje corporal.
En cuanto al trabajo con los caballos, todo se desarrolló pie a tierra; asi estaba previsto en el programa del curso. Raquel nos presentó dos grandes capítulos: El contacto con el caballo suelto, logrando el movimiento del caballo a través de nuestro lenguaje corporal y a eso añadir el segundo día el “lenguaje del ramal” (Cabresto diríamos nosotros).


En ambas etapas el mensaje inequívoco de Raquel fue el de conseguir respuestas a través de señales leves pero firmes y claras para el caballo. 


Mis Impresiones

Hasta aquí traté de contarles en que consistió el curso, obviamente que el relato está influido por mis impresiones y están destacadas las cosas que a mi me parecieron importantes.
Ahora quiero contarles mis impresiones subjetivas, destacando las cosas que para mí resultaron más enriquecedoras. No necesariamente las más importantes; sino las que en este momento de mi camino para tratar mejor a los caballos me ofrecieron espacios nuevos.
La primera de ellas es la importancia de la expresión corporal. Del tiempo de práctica que tuvo el curso cerca de la mitad estuvo dedicado a ejercicios de expresión corporal, individual y grupal sin caballos. Creo que esto es importante y admitamos que no muy común. Al menos en general cuando se habla de práctica en un curso de este tipo se sobrentiende que es práctica con caballos.
Para mi, que admito no ser ducho ni tener mucha práctica en estas cuestiones; aunque algunas prácticas de yoga y de ejercicios de relajación y estiramiento he realizado, me resultó muy interesante. Especialmente la importancia de hacer conscientes movimientos de la pelvis y las caderas que son muy importantes en el contacto con los caballos; tanto desde el suelo como montado. En algunos casos recorrí el camino inverso, a partir de las indicaciones de Raquel, volví a observar muchos movimientos intuitivos que realizo con los caballos y entendí más de la mecánica de los mismos.
La otra impresión destacada que me llevé del curso, es la importancia del contacto a través del lenguaje corporal con el caballo en ausencia de ningún medio de sujeción y como el bozal y el cabresto se agregan a esto en un papel secundario.
En resumen, creo que el curso valió la pena, cada uno habrá llevado distintas impresiones y seguramente para otros los aspectos importantes no serán los mismos. Pero como resumen les digo que vale la pena tener en cuenta el mensaje de Raquel.





  

jueves, 18 de octubre de 2018

Seminario: "Como aprenden los Caballos"


Algunos conceptos teóricos para entender mejor lo que pasa en el corral, en la pista o en el campo con los caballos y los potros.


   Es indudable que en los últimos años toda esta movida de la doma india, racional, sin violencia o como quiera llamársela se ha desarrollado en forma explosiva. Ya no tenemos que empezar por discutir si es necesario palenquear y tirar de la boca o no.
   Hay un número importante de jinetes jóvenes que se están formando con estas técnicas y como además cada vez son más requeridas se están difundiendo mucho.
   En esta marcha por un mejor trato con el caballo hemos avanzado mucho.
  También me parece que es hora de profundizar en los contenidos teóricos que dan fundamento a estas técnicas. Y dentro de ellas porqué algunas cosas si y otras no.
La curiosidad es una característica
 que ayuda a aprender al caballo
Hay un componente social en el aprendizaje,
la presencia de la manada ayuda a
conocer sin sobresaltos
















   El entrenamiento de los animales, entre ellos los caballos, tiene una cantidad de contenidos científicos que lo explican y ayudan a entenderlos. Como en general nos gusta más andar a caballo que leer sabemos poco de eso. Además es cierto que si nos decidimos a estudiar, son temas que están en evolución permanente y no hay un lugar orgánico donde encontrar la información; que además, es multidisciplinaria.
   Pero con el concepto de presa y predador y la recomendación de poner presión y sacar presión, como únicas herramientas teóricas, no vamos a avanzar.
   El tema del liderazgo está tomando la dimensión de una verdad indiscutida cuando en el ambiente científico está muy relativizado como herramienta para entrenar a los animales.
   Al no estar difundidos los marcos teóricos que explican las prácticas de doma y entrenamiento terminamos analizando las particularidades de las técnicas de cada domador. Si bien esto es útil y ayuda a aprender, ya que cada uno le pone su impronta, a veces no comprendemos demasiado el porqué de las cosas.
   Encima cuando hay un soporte teórico, posiblemente producto de la mayoritaria influencia de la escuela americana en la formación de nuestros domadores, es el conductismo. Escuela psicológica muy en boga en los años 50 del siglo pasado, donde las explicaciones de las conductas pasan sobretodo por el proceso de acción y reacción.
   Además dentro del conductismo se privilegia el reforzamiento negativo, que muchas veces tiene efectos emocionales negativos en los caballos.
   Necesitamos conocer más de los aspectos teóricos involucrados en la doma y el adiestramiento, sin convertirnos en estudiosos de psicología, etología y neurociencia tenemos que conocer algunas bases teóricas que ayudan a entender lo que pasa en el corral y en el campo.
   Después de Darwin y Pavlov  estuvo Skinner profundizando la teoría conductista clásica con el condicionamiento operante. Luego vinieron los etólogos con sus aportes  relacionados a la conducta natural y la influencia del medio. Lucy Rees nos agrega importantes elementos desde este campo, que no están precisamente en línea con la teoría del liderazgo sobre el potro.
   Más recientemente la neurociencia, de la cual podemos nombrar a Panksepp y a Temple Grandin dándole jerarquía a los estados emocionales para explicar las conductas. Y ahora como frutilla del postre, una ciencia nueva, la zooantropología poniendo el énfasis en las características de la relación entre el animal y el humano. (Francesco Di Giorgio “The Cognitive Horse”)

El Caballo no es una máquina de estímulo respuesta, es un animal cognitivo
capaz de resolver problemas que se le presenten.

  Seguramente hay muchos más que se podrían citar, pero mi intención es sólo marcar una línea en la evolución del conocimiento teórico que está detrás de nuestra tarea y resaltar la importancia de que, al menos, sepamos los rudimentos.
   No es mi intención parecer erudito, que no lo soy, sino simplemente marcar la importancia que tiene para los domadores y los aficionados que amamos los caballos, porque quizás nos permita aplicar técnicas nuevas y comprender mejor las razones de los resultados que obtenemos con las que aplicamos.
   Por eso organizo el seminario tratando de ver en orden cronológico los aportes al conocimiento del modo de aprender de los caballos que hicieron a lo largo del tiempo maestros y estudiosos de las distintas ciencias y sus consecuencias prácticas en la doma, entrenamiento y trato de los caballos