lunes, 17 de julio de 2023

LA SONRISA DEL CABALLO

 DETECCIÓN DE EXPRESIONES FACIALES POSITIVAS EN CABALLOS

 

Lina Cavaller de Ros
 Tesis de Bachillerato
Diciembre 2020
2do de Bachillerato
Escola Sant Gregori
Tutor Xavier Ibañez

Hoy no comentamos un libro, sino una tesis de bachillerato. Realmente me llamó la atención por la seriedad del trabajo realizado, pero sobre todo por el enfoque.

Empezando por el título, que tiene un tinte poético, pero además nos plantea una manera diferente de relacionarnos con los caballos.

Sobre las expresiones faciales de los caballos hay mucho escrito y estudiado, y también preocupación de los aficionados a la equitación para entenderlas. Pero siempre el énfasis está puesto en las expresiones aversivas. Orejas gachas, labios tensos, ojos a los que se les ve el blanco, etc., etc. El foco está puesto en prevenir, a partir de la expresión facial, reacciones indeseadas del caballo.

Estudiar las expresiones faciales positivas nos pone en el camino de privilegiar el bienestar del caballo cuando interactúa con nosotros, y no prevenir patadas, mordiscos o corcovos.

El mensaje subyacente es: busquemos conseguir que el caballo disfrute su trabajo con nosotros en lugar de estar atento a que su malestar sea tanto que termina en reacciones que pueden ser peligrosas.

La autora terminó su bachillerato en 2020. En España es la última parte de la secundaria, los últimos dos años de un ciclo de seis. Evidentemente ya dominada por el virus de la afición a los caballos eligió este tema de tesis. Desconozco cuál es el nivel habitual de las tesis de grado en España, pero puedo asegurar que está es muy buena, tanto por el nivel académico como por el trabajo de campo que implicó su realización.

Esta foto ilustra la portada de la tesis. Nos muestra a Lina en su trabajo de campo

Actualmente Lina estudia pedagogía en la Universidad de Barcelona y es Técnica Deportiva de Equitación. Cuando le pedí que me haga llegar una pequeña semblanza de su actividad actual, esto es lo que me dijo:

 “Soy técnica deportiva de hípica y estudiante de Pedagogía mi objetivo es unir las ciencias de la educación con el mundo del caballo para hacer llegar mejor todos los conocimientos y garantizar la calidad de vida de los caballos. A la vez que me formo como amazona de doma clásica y entrenadora, estudio biomecánica y etología equina para entender lo que hago y enseño. Estudiar e investigar sobre las expresiones faciales es la base de todo lo que hago ya que gracias a ello he podido adecuar mi trabajo a lo que cada caballo necesita. Gracias a ello me aseguro de interpretarlos correctamente y escucharlos como se merecen. Por eso nunca dejaré de investigar sobre el bienestar del caballo, sus expresiones y comunicación.”

Los que quieran saber más sobre ella, pueden visitar sitio web:

 

 https://linacavaller.com/

 

En el mismo encontraran el original de la tesis que estamos comentando. Para aquellos que no tengan el tiempo o la motivación para leerla toda; además de contarles mis impresiones hago aquí una pequeña síntesis de lo que se encuentra en la misma.

El objetivo que enuncia Lina en la tesis es el siguiente:

“Este trabajo tiene como objetivo encontrar, determinar y justificar por lo menos una expresión facial que indique un estado emocional positivo en el caballo, de la manera más universal y objetiva posible. Los resultados simplemente denotan que si se observa esa expresión facial en un caballo ese caballo estará experimentando una emoción positiva. Lo cual no significa que no pueda haber otras expresiones faciales positivas puras o mezcladas, que contengan algo positivo.”

Resumiendo, de lo que se trata es de identificar una expresión facial que nos permita saber que ese animal está experimentando una emoción positiva”

Y aquí está, en mi opinión, la esencia de la importancia de este estudio y la manera en que el mismo puede colaborar en modificar la manera en que trabajamos y nos aproximamos a los caballos.

Más allá de la importancia de analizar las expresiones faciales como modo de interpretar los sentimientos; lo que nos está proponiendo es dejar de estar cuidando evitar emociones negativas que conducen a conductas indeseadas y peligrosas para centrarnos en provocar emociones positivas que nos confirmara, entre otras cosas, la expresión facial positiva. La sonrisa del caballo.

Significa un cambio crucial del modo en que trabajamos con caballos: en lugar de estar cuidando que no se incomode o se enoje la propuesta es conseguir que disfrute lo que hacemos juntos.

Después Lina se introduce en la importancia de las expresiones faciales y su estudio como manera de poder vincularse con los demás.

Continúa con un excelente resumen de las investigaciones de Jaak Panksepp (el neurocientífico de las emociones) sobre las emociones básicas de los mamíferos superiores, (entre ellos los caballos) que son las mismas que tenemos los humanos.

Luego se refiere a los aportes de Lucy Rees al conocimiento de la etología equina, el comportamiento de los caballos en su medio natural.

La mayoría de los lectores de este blog me conocen, y por lo tanto saben que Lucy es mi heroína principal en esta aventura de entender a los caballos. Tanto como etóloga como en su papel de domadora. Reúne un profundo conocimiento práctico y teórico para tratar con los caballos.

Por su parte Panksepp es mi referencia principal cuando intento explicar la importancia que tiene en la doma y en la equitación tener en cuenta las emociones del caballo.

Así que entusiasmado por comprobar que compartimos referentes académicos me seguí adentrando en el estudio de Lina.

No me defraudó. Porque a partir de todas estas consideraciones explica la metodología utilizada para llegar al ansiado objetivo de conocer la sonrisa del caballo.


Plantea que en los caballos domésticos las emociones y por lo tanto las expresiones faciales concurrentes pueden estar “contaminadas” por la historia de vida en contacto con los humanos y aparecer mezclas de distintos estados emocionales. Entonces propone encontrar grupos de “caballos salvajes”, en realidad asilvestrados con poca participación del manejo humano. Y observar en ellos aquellas actividades que se sabe por observaciones etológicas anteriores que les provocan placer. Se basa para esto, así como para estructurar la rutina de filmación principalmente en las enseñanzas de Lucy Rees.

Así tenemos una tesista de bachillerato embarcándose en la búsqueda de manadas de caballos salvajes para hacer una observación etológica de los mismos. Esto sólo ya es suficientemente meritorio; pero además la observación, así como su codificación posterior y las conclusiones que de ella se sacan es de un alto rigor académico.

El nivel científico del estudio no lo priva de obtener algunas conclusiones prácticas de utilidad para todos aquellos que estamos involucrados de distintos modos en el contacto con caballos.

Entrenarse en la observación de las expresiones faciales de los caballos no es ni fácil, ni intuitivo. La autora se explaya en esta observación y nos la muestra claramente a través de dos imágenes que muestran expresiones faciales correspondientes a emociones contrapuestas.




Aquí vemos gráficamente que las diferencias son sutiles. Obviamente, y también lo destaca Cavaller, esto debe ser considerado teniendo en cuenta el entorno y la situación que ha provocado la expresión.:

 “Por otro lado se recomienda fijarse en el contexto, en el ambiente, el medio, el agua donde vive el pez, dicho de manera metafórica. Ya que ofrece más herramientas para detectar y comprender lo que el caballo está sintiendo, lo que le ocurre, si le parece agradable o no.”

En el último ítem de la tesis, posterior a las conclusiones Lina vuelve a mostrarnos que su interés en el tema no es sólo académico sino también práctico. Ya que se trata de “Aplicación de los resultados” un aspecto que no siempre es considerado en los trabajos académicos.

Dentro del mismo nos presenta un dibujo realizado por ella y la diseñadora gráfica Prisca de Ros en el que pretende sintetizar, para su uso práctico, como es La Sonrisa del Caballo






También nos agrega en el final del trabajo algunas reflexiones posteriores que vale la pena leer.

Por último en la tesis hay un anexo titulado “Conclusiones EquiFACS” que nos ofrece un informe con muchas fotografías de las principales conclusiones del estudio de las expresiones faciales equinas realizado en la Universidad de Sussex al estilo del FACS (facial action coding system) desarrollado para los humanos. Lina Cavaller ha estudiado en profundida este tema siendo Codificadora certificada de EquiFACS.

No es el objetivo de esta simple crónica transcribir el trabajo realizado en la tesis. A aquellos que estén interesados los remito a la lectura de la misma en directo.

Simplemente, como en todos los artículos de este “Rincón de los libros” intento compartir con los amigos las impresiones producidas por mis lecturas de publicaciones sobre caballos. Sin pretender ni ser un experto en caballos ni un crítico literario.

En este caso creo que vale la pena, que nos ocupemos en buscar “La Sonrisa del Caballo”. Seguramente así nuestro trabajo será más productivo y lo más importante, más placentero para el caballo y el humano.

Hasta la próxima crónica. “Entre amigos con caballos”