Hola
amigos de los caballos, este aislamiento se está haciendo largo; la mayoría no
está pudiendo tener contacto con los caballos y los pocos afortunados que sí,
están aislados para poder compartir sus experiencias con otros.
Por eso
me parece oportuno utilizar este espacio para intercambiar experiencias y
reflexiones sobre algunos temas de interés, así como pedirles que los que
tengan alguna pregunta, comentario o reflexión sobre estos temas los compartan
en este espacio.
El
trabajo a la cuerda, si bien cumple muchas funciones útiles, no siempre es
recomendable, y tiene varias contraindicaciones. La principal de ellas es que
la cuerda se convierte muchas veces en un límite aversivo para el movimiento
del caballo y eso lo lleva con frecuencia a moverse tenso e inclinado hacia el
lado de la cuerda, esto no se soluciona con el recurso de dar cuerda a ambos
lados.
Cómo
reemplazamos este ejercicio con ventajas?
Con el
trabajo suelto. Si tenemos un corral redondo es ideal, sino cualquier corral
aunque sea grande puede servir, y sino podemos marcar un perímetro con varillas
de eléctrico y una cinta de las que se usan para indicar peligro en las obras
de la calle. Si el caballo disfruta del trabajo y está a gusto con nosotros no
necesitaremos un límite demasiado robusto para que lo haga.
El
trabajo suelto tiene ventajas para el caballo y para el jinete, en especial
nosotros para hacerlo debemos aprender a manejar nuestro lenguaje corporal,
para poder indicarle al caballo que avance o que se detenga con las señales de
nuestro cuerpo (debemos usar la pelvis) y no dependiendo de la cuerda y el
látigo. Los que están trabajando en el proyecto de doma acompañada pueden dar
fe de que esto es así.
Sincronía, observen las patas de la yegua y mis piernas. |
Justo en el momento de indicar la detención a la yegua. (si fuera video en el siguiente cuadro se vería) |
Es
necesario que consigamos que el caballo se mueva porque aprende a responder a
nuestras señales y no porque está huyendo, así aprende él a responder y
nosotros a emitir señales suaves para conseguir que avance, que cambie de aire,
tanto ascendente como descendente. Paso, trote, galope, trote, paso y alto. Si
queremos que el caballo montado responda a señales leves, así deben ser también
las señales que le damos desde tierra. Los que quieran ver lindos ejemplos de
esto busquen en YouTube videos de Hempfling que lo muestran con claridad.
En este
punto recordemos las palabras de Lucy Rees: “Cambiar el paradigma significa
cambiar la forma en que se enseña a montar a caballo. La equitación no es una
lucha por el control sino una búsqueda de la sincronía” y en otro lugar dice:
“Una vez que sabemos cómo invitar a la cohesión y a la sincronía, las cuerdas
se vuelven en gran medida innecesarias”.
Cuando
el caballo se mueve con soltura y entusiasmo alrededor nuestro entonces podemos
incorporar la cuerda. Pero en este momento la cuerda estará siempre floja y la
sostendremos con la palma de la mano hacia arriba, creando un contacto sutil
con el caballo donde podremos dar indicaciones con señales mínimas que luego
repetiremos montados, con la rienda.
Quedan
muchísimas cosas para comentar, pero esto ya está demasiado largo para FaceBook
aún en tiempos de cuarentena. Los invito a comentar, preguntar y opinar (no
necesariamente estando de acuerdo) para enriquecer este espacio virtual que nos
permita mantenernos en contacto entre nosotros y, de algún modo, con los
caballos en estos tiempos difíciles.
Cariños
para todos.