sábado, 2 de noviembre de 2013

- CURSO DE CABALLOS - Masajes y Reeducación

El curso de caballos tiene dos grandes capítulos; por supuesto muy relacionados entre sí. El primero es el de los masajes.

Porqué masajes?

Los masajes sirven en el caballo, como en todo atleta para preparar los músculos para la actividad y la competencia; asegurándose un retorno rápido a la normalidad luego de la actividad. Se utilizarán para desarrollar  y aumentar la relajación, mejorar la capacidad atlética, facilitar la curación, evitar los dolores, reducir el stress, logrando mejorar su rendimiento en los caballos de competencia.
También para aquellos caballos que sólo se usan para paseo o cabalgatas, su masa muscular, trabaja permanentemente aún cuando sólo esté caminando por el campo.
El masaje permite, básicamente preparar esos músculos para entrenar y también aliviar esos  músculos  luego de la actividad.


Durante el curso no sólo se explica como se hacen los masajes con estas técnicas, sino que Mariana lo muestra en la práctica. También los participantes podrán realizarlos para aprender de la mejor manera, que es aprender haciendo.
Para ver algún ejemplo de lo que veremos en el curso pueden ingresar a los siguientes links de videos:

Qué más ocurre cuando se hacen masajes?

Al poner las manos sobre el caballo para hacer los masajes con estas técnicas es indudable que se establece un nuevo tipo de relación.
La exploración a través de los dedos, servirá de medio, para  percibir el sutil lenguaje corporal del caballo.
 Será el disparador de cambios  del sistema nervioso.
El efecto mecánico mejora el pasaje de sangre cargada de desechos a través del sistema venoso hacia el centro del cuerpo. Influye en los movimientos de los vasos colectores y el fluido de defensa del cuerpo, la linfa. El reflejo promueve la relajación, las manos pasadas por la piel envían impulsos a los pequeños centros receptores. Estas señales son recibidas por el cerebro y causan la relajación muscular.
El masaje se convierte así en la puerta de entrada para  una relación diferente entre jinete y caballo.
Rollitos en el cuello. El pescuezo es la palanca y el timón que permite al caballo marchar a los distintos aires y doblar en todas direcciones. Debe ser muy tocada por los masajes, pero con respeto.

La reeducación

Este es el segundo capítulo, a partir de la relación establecida con los masajes, se pueden cambiar los aprendizajes indeseados que haya tenido el caballo.
Los caballos (como los seres humanos) crean desde el nacimiento, patrones de conducta, de modo de poder automatizar su aprendizaje.
 Esos patrones pueden ser deseables o indeseables (producidos por miedo, dolor, temor, ansiedad, etc).
Muchas veces el caballo no tuvo la oportunidad de aprender adecuadamente lo que se le pide y genera formas de resistencia o involuntariamente se le enseñan hábitos indeseables.
Debemos entender que muchas veces en el aprendizaje del caballo, este ha sufrido etapas en las básicamente no entendió lo que se le pedía.
Estas técnicas que aprenderemos, nos permiten cambiar esos patrones de conducta indeseados, por nuevos aprendizajes guiados.
Cuando nos encontramos frente a un caballo inseguro de sí mismo (asustadizo, que levanta su cabeza e intenta huir, con una postura que crea tensión a través de cuello, cruz y lomos), debemos saber, que también, está bloqueando su sabiduría y creando resistencias.
De poder influenciar ese reflejo (automático) a través de la cabeza (la parte de adentro de la cabeza), podemos afectar la conducta total del animal.
Comprenderemos como poder “reajustar” su accionar, según él responda.
Por eso, debemos entender que  la cabeza, es  el sitio de la razón, fuente del balance mental y físico.
Para controlar su cuerpo, debo controlar primero la cabeza y para lograrlo debo ganarme su confianza.
El laberinto es un ejercicio que permite practicar la flexión,
 el giro y el paso atrás, al mismo tiempo y mucho más importante,
 enseña a pensar estimulando la inteligencia y
aumentando la autoestima del caballo.

Enseñar al caballo a cabrestear es el primer paso
 para conseguir confianza y obediencia.

Recordemos que es mucho más lógico que nosotros aprendamos a pensar como caballo, a que el caballo piense como humano.